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Fajón visto por uno de nosotros 

FAJAO Pueblo de Esquisto

Pueblo Acogedor y Sabedor de Historias

Fajão es una pequeña aldea de la sierra recostada a los célebres Penedos de Fajão con casi 900 metros de altitud, entre pinos, mata de estavas y caracoles. Su historia y la de sus gentes son igual a la de tantas otras aldeas; Sobral Valado, Cabril, Vidual, Grallas, Relvas, Ponte, Boiças, Ceiroquinho ...

La tierra no viene en el mapa, no tiene grandes riquezas a no ser sus hombres y mujeres, gente acogedora, de manos calejadas por la vida y rostro marcado por el sol y el frío.

De pequeño, cuando iba a pasar unas vacaciones a Fajão con mis abuelos, lo que más me impresionaba era la acogida de la población: - entonces Armindo estás por aquí? ¡Hiciste bien en venir a vernos, tu abuela debe estar contenta! ... Se trataba de una gran familia, pues cuando preguntaba a mi abuela quién era aquella señora de negro que encontramos en el adro, o aquel mozo que pateaba la pelota contra la puerta de la Iglesia, la respuesta no se hacía tardar- es nuestra prima, del Puente, hija del primo António y el mozo es nuestro primo Zezito, hijo del primo Manel de la Castanheira.

Y esta historia se repetía en las vacaciones de los años siguientes ..... gran familia esta familia de Fajão decía yo para mí ... La vida por allí era difícil, unas coles, unas gallinas, unos huevos, la leche de cabra , el vino tinto y blanco y el pan hecho con harina de maíz. A medida que avance en este pensamiento, que viaja conmigo en el tiempo, la memoria se aviva y vivo el momento; los olores del corral en la planta baja con media docena de cabras que ayudaban a calentar las habitaciones del piso de arriba Aquellas madrugadas aún negras donde despertado por el ruido de los zuecos de madera vislumbraba una silueta de mujer a subir la calzada de piedra con una salsa de matorral en la cabeza, que hacía dos veces su volumen, el olor y el sabor de aquel ovino estrellado, que aún hoy me interrogo lo que tendría él de excepcional para guardar tanto tiempo en la memoria, el alambique junto a la Iglesia con el agua a correr por un lado y el hilo del líquido precioso con olor fuerte, inconfundible, que daba un sacrificio a la cabeza y un escalofría en la cara de aquellos muchachos atrevidos que echaban el vaso a la boca. 

Pero la tierra tenía una gran práctica colectiva, era el maíz cultivado en los lameiros del Ponte, transformado en harina en el molino colectivo, que las aguas de Ceira movían en una música de "rap" interminable. Era el pan de harina de maíz con sardina o chorizo ​​hecho en el horno colectivo de la aldea que los habitantes de abajo ayudaban a hacer los lunes a los moradores de arriba que éstos retribuían a los miércoles, era también las noches de desollada y trilla colectiva donde el pueblo se reunía, se contaban historias y se hacían y deshacían novios. El encuentro de la espiga roja era ocasión para una beijoca colectiva que hacía corar las caras en gesto anunciador de amor escondido.

Por allí el dinero poco pasaba, andaba por otras paradas. Allí, el cambio, la ayuda mutua era el pan de cada día. La puerta estaba siempre abierta para el vecino, era la manera de vivir de esta gente que tenía una relación de apertura con el exterior, sin muros ni puertas artificiales, sentados en el umbral de la puerta los vecinos conversan ...

Se acostó a la obra, para hacer caminos y traer el agua hasta las fuentes donde la población se venía a abastecer. En cada fuente había un caneco para quien quería matar la sed y un bocadito de jabón si fuese preciso lavarse las manos. La Liga Pro-Mejoramientos de Fajão, fundada en junio de 1933, fue siempre haciendo obra. Se golpeó muchas veces contra gobernantes sin escrúpulos y autarcas de la Pampilhosa más interesados ​​en el desarrollo del comercio local que resolver el aislamiento de estas pequeñas poblaciones.

Fue el caso en los años 30 cuando el entonces presidente de la Cámara de la Pampilhosa, temiendo que se comprometía el paso obligado por la Pampilhosa, presionó al Ministro de Obras Públicas y de la Junta Autónoma de las Carreteras para impedir la realización de la carretera que la Compañía Eléctrica (para tener acceso a la construcción de la represa de Santa Lucía) estaba interesada en ensanchar a partir del camino que la Liga Pro-Mejoramientos ya había realizado en buena parte del Alto del Rolán en dirección a Fajão. En mayo de 1939, el Sr. Augusto Dias, presidente de la Junta de Freguesia, en carta dirigida al entonces ministro de Obras Públicas escribía: "... se leía en los semanarios locales" Gazeta das Sierras "y la" Comarca de Arganil " respectivamente, de los días 20 y 28 de abril que la Cámara de Pampilhosa deliberó oficialmente a usted y al Presidente de la Junta Autónoma de las Carreteras, con el propuesto de influir en el rechazo de la participación en esta carretera. y en el caso de que se produzca un cambio en las condiciones de trabajo de la empresa, se debe a que la empresa se ve afectada por el ramal que va a construir, los intereses del municipio, esto es asombroso. La compañía va a arreglar una buena sirvienta en 12 kilómetros de sierra siguiendo por el trazado en nuestra carretera en 1.500 metros y construyendo a continuación más de 6 a 8 kilómetros .... hasta el Vidual, lo que es de gran utilidad para las freguesías de Fajão, Cabril , Unhais y Vidual que viven aisladas. la Cámara llama a perjudicar al municipio ... ".

En el momento en que el presidente de la Cámara de la Pampilhosa mostraba un desprecio total por estas aldeas de la sierra, sin agua en casa, sin luz eléctrica, sin carreteras, sin puesto médico, aisladas de los centros urbanos y de la sede del municipio, Pampilhosa.

En ese tiempo las casas eran de uno o dos pisos construidos con productos locales.La planta baja se destinaba a menudo a los animales, cabras, cabritos, carneros, corderos ... Las casas se construían con piedra de pizarra y mortero de arcilla, con suelos en tablas de madera de pino aparte, sin revoque en el exterior, los tejados en pizarra de piedra local, con pequeñas ventanas de madera de color marrón o pino, más altas que anchas, con dos batientes, tres vidrios por tope divididos por pinazios, puertas de madera, patas de madera de castaño, hombreras construidas piedra a piedra , soleras de pizarra y cerrojo de palo.

Las viviendas de volumetría simple y armoniosa siguiendo el declive del terreno natural, remolcadas y pintadas a cal por dentro de color blanco o azul cobalto, iban siguiendo las callejuelas estrechas calcetadas de piedra, de par a par donde se cruzaban, personas, perros, cabras, 

Los cuentos famosos de Fajão corrieron de boca en boca y dejan fuera del pueblo, viajaron a Lisboa. Los dibujos y grabados de Monseñor Nunes Pereira ilustraron los cuentos.

Los más aficionados iban buscando vida mejor en las ciudades, en la Pampilhosa da Serra, en Lousã y en Coimbra. Estubimos una puerta dispensadores de leche en la puerta, empleados de comercio, empleados del restaurante y el esfuerzo de trabajo sin horas o almohadas de conteo fueron cosechando algunos volver algún día a la tierra como haría a partir de 60 mil migrantes de todo el país para Francia, Bélgica, Luxemburgo ..... Las primeras grandes transformaciones empiezan cuando algunos Fajaenses, que han amasado unos centavos, deciden invertir en la tierra. Se junta más un piso a la casa, se reemplazan las pizarras de los tejados por teja roja, se remolca la casa a cemento y se pinta de blanco. Más tarde van apareciendo los marcos de aluminio. Poco a poco ese saber ancestral se va diluyendo, los más viejos nos van dejando y los más jóvenes buscan otros oficios. Pero los tiempos cambian y los hombres, con una especie de fuerza intrínseca hereditaria, como un gen que transportamos en el tiempo, ahí están de nuevo a recomenzar el círculo. La Cámara de la Pampilhosa, con el presidente Hermano d'Almeida, decide, lejos de las mezquinas y querellas del pasado, y en un espíritu de apertura social, cultural y económica dar a la aldea galones de tierra de pizarra, señora de los Penedos de Fajão.

En el inicio la restauración de la aldea reveló algunos errores constructivos y arquitectónicos,

Parecía hacerse con poco cuidado en relación a su historia, a los materiales ya la necesidad de buscar el porqué de las cosas, de la construcción de nuestros antepasados; se calcetían calles de forma equivocada, resbaladizas (y la población a envejecer ...), con piedras inadecuadas para el uso ..

Se asentaron piedras en la fachada de pie (placadas) más apropiadas para la cobertura (ver foto 6), se cometió el mismo error en escaleras monumentales y por encima en sitios estratégicos de la aldea, por ejemplo en el museo (ver foto 6) escalera cerca de la antigua prisión (ver foto 7)

Fig. 6 "Rua de Fajão e o Museu"
Fig. 6 "Rua de Fajão e o Museu"

Aquí la piedra es asentada acostada en vez de pie, y la elección de la piedra equivocada, marcos y carpinterías inadecuadas, vasos de plástico con flores provenientes de fuera, "se apilaron" ventanas .... fue una pena.

Ahora, el esfuerzo por el conocimiento y aplicación de las técnicas locales que nos han sido legadas parece comenzar a dar sus frutos y la aldea poco a poco es ennoblecida. Con el apoyo de la Comunidad Europea la tierra revive, se transforma. Hoy toda la aldea es un gran "chantierr", una obra a cielo abierto, se rehace los tejados en pizarra, los muros en piedra de pizarra, el ancho de la Iglesia y las callejuelas en piedra local. Además del carácter de la construcción y de la utilización de la piedra local, este tipo de construcción dado su coste, puede hacer honesta competencia al ladrillo ya los bloques de cemento .... Aquel saber ancestral parece avivar la memoria del albañil, del asentador de y en el caso de que la fisonomía de la aldea empieza a dibujarse como una película conocida que ya vimos, pero que volvemos a ver. El potencial turístico de la aldea está en marcha:Con sus 2400 horas de sol anuales, la carretera asfaltada, a dos pasos de la presa azul (Barragem Sta Luzia).

La represa en ciertas zonas parece un lago natural en medio de la verdura, una piscina donde corre agua de manantial, los azudes de Ceira en el Puente, el Sr. Augusto, presidente de la Junta a abrir con orgullo las puertas del Museo de Fajão y el río "Juez de Fajão", restaurante local, hoy sin la presencia del inolvidable de Zé María, pero donde la Fátima continúa la cocina tradicional capaz de crear agua en la boca a un doctor de Coimbra o cualquier ecologista por esa Europa fuera ... la Chanfana de Fajão, las truchas de Ceira, la Feijoada a la moda Fajaense, la tijelada y el aguardiente de miel pueden ser el plato del día ...

En breve, va a haber inauguración, Fajão va a estar de fiesta y entonces diría traza un amigo también y viene de ahí ... esta gente es acogedora y espera por ti.

Grenoble Mayo 2004

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